21 agosto 2006

Mira… tengo sEcReToS

Somiatruites Me ha mandado deberes. Después de resistirme durante unos días ahora decido enfrentarme a ellos.

Se trata de decir 7 secretos (número 7 otra vez…), aunque quizás diga 8, pues ese es al fin y al cabo el número que más me gusta. Ya veremos… de momento ahí van:

Secreto 1
Temo a las alturas. Eso no significa que me quede anclada a la tierra. Lo cierto es que no disimulo del todo mal mi miedo, pero sigue ahí. No hace mucho me encaramé a algunas montañas y me encontré con un infierno de nieve y rocas. No mirar para abajo y limitarme a subir… eso es lo que hice. Fue genial, en algunos momentos lo pasé muy mal, pero… repetiría, jeje.

Secreto 2
Una amiga me llama Forrest (Gump). ¿Motivo? Corrí más de 42 kilómetros seguidos sin parar.
Ya… ya sé, debería llamarme Loka (De atar). Pero… no estuvo mal la experiencia. ¿Las secuelas? Perdí unas cuantas (casi todas) uñas de los dedos de mis pies. Pero crecen otra vez.

Secreto 3
Recuerdo una ocasión en la que fui nadando con una sola mano (en la otra llevaba una camiseta que no debía mojar) hasta un barco. El barco era de los amigos de una amiga y no podía acercarse mucho a la orilla. Nosotros debíamos ir hasta él. Lo pasé mal, muy mal. No se mojó la camiseta. Sobreviví. Nadie supo que lo pasé mal, tan mal…

¿Motivo posible?
De pequeñaja yo estaba sentadita en el borde de una piscina alguien me empujó y caí. Caí, caí… me fui al fondo. Me recuerdo a mí misma asustada y consciente de que nadie me había visto. No sabía qué hacer. Ya… ya sé que es difícil eso de irse directa al fondo, cuesta hundirse cuando es eso lo que deseamos… pero en esa ocasión la niña que yo era se fue al fondo y se quedó allí asustada y pensativa. Sé que caminé hasta llegar a una cosa blanca. La cosa blanca resultó ser una escalera. Me agarré. Subí. Nadie se había dado cuenta. No conté nada, me sentía culpable (sí culpable, aunque no tenga sentido). Desde entonces mi relación con el agua es de un extraño, amor-odio… tengo miedo a meterme donde el agua cubre del todo mi cuerpo. Trato de disimular mi miedo para que no se note, pero ahora ya lo sabéis.

Secreto 4
De pequeña leía casi cualquier cosa que llegara a mis manos. Si llegaban pocas cosas repetía lo leído hasta el momento. Ese es el motivo de que leyera dos veces La Regenta. Todo el mundo se ha sorprendido siempre de que repitiera con ese libro. No era una elección. Con el paso del tiempo comencé a decidir qué leer… incluso me volví más vaga y pasé temporadas en que apenas leía. Hay un hábito que conservo, aunque intento hacerlo compatible con el respeto a las personas que me acompañan: Me encanta leer comiendo… y si no tengo nada que leer a mano (y estoy sola) me leo las etiquetas de los envases de los alimentos.

Secreto 5
Desde que comencé este blog tengo sobre la mesa un libro de color naranja que normalmente dormía en una estantería. Ya considero a ese libro parte de este blog. El libro se llama: Los filósofos Presocráticos se trata de una cuidada recopilación de textos de los filósofos griegos anteriores a Sócrates (los llamados Presocráticos). Cuando necesito inspiración abro el libro y de forma azarosa siempre me tropiezo con algún fragmento referente a Heráclito de Éfeso. Podría ser otro autor, pero no, la casualidad quiere que siempre lo abra por la parte de Heráclito.
Nota: Si fuera otro autor el elegido por la causalidad, por ejemplo, Parménides de Elea (filósofo del ser, de lo estático…) creo que hubiese dejado de usar ese libro como inspiración. El pensamiento de Heráclito es radicalmente diferente, es el filósofo del cambio (todo fluye…).

Secreto 6
Casi todas las fotografías de mi blog las he hecho yo. Y en alguna, además, también salgo yo. Hasta ahora solo hay una excepción: la fotografía del glaciar agujereado que es de una amiga. Ella consintió en que la utilizara.

Secreto 7
Tengo una pareja de periquitas que me regaló una bloguera a la que conozco desde antes de que fuera bloguera. Cuando las compró le aseguraron que eran macho y hembra. Yo tuve dudas desde el principio y no me equivoqué. Lo cierto es que forman una auténtica pareja, se dan besitos, a veces se pelean… pero se quieren mucho y eso se nota.
¿Cuál es el secreto? Pues que conozco a esa bloguera, mucho y… de momento, su identidad seguirá siendo, eso, un secreto.

Secreto 8
Me pierdo en la noche de los tiempos al recordar a una chica encarnación de la alegría, los sueños, la ilusión… Los juegos más puros de mi niñez los hice junto a ella, también otros impuros (solo un poco). Un día enfermó y… yo pensé que con desear algo con la fuerza suficiente bastaba. Deseé… Y no funcionó. Y… a veces sucede lo imposible. Esa persona murió. Lo que sucedió no es un secreto, pero quizás lo sea admitir que durante mucho tiempo me culpé por no saber, no poder… hacer nada. Dolía… dolía tanto que no quise permitirme que se notara demasiado. Y sé que esto afectó en mi vida posterior y en mi relación con alguien… alguien muy importante. No sé ser clara con los demás si no soy capaz primero de entenderme a mí misma. Entender… entender simplemente que es humano sentir dolor. Lo siento.
Admitir aquello que me duele, lo que me limita, lo que me hace más vulnerable y frágil me cuesta… Era un secreto…

Estos son pues mis (ocho) secretos. Y… enredado en ellos alguno más que quizás sea posible leer entre líneas… Y entre líneas quizás se escurran gotas de insípida agua de deshielo… quizás moje.

Ahora se supone que debería pasar el testigo a otros, pero no lo haré, no al menos de modo directo. Si alguien quiere contar siete, ocho, quince secretos… puede hacerlo y pensar que fui yo quien le mandó la tarea.

7 comentarios:

  1. mmm... secretos... yo tenía una colección. También me hicieron confesar 7, y ahora que lo pienso, el octavo es que soy tan tímida que me costó una eternidad publicarlos.

    *me encanta la foto de este post, y la de "no fue un sueño" ^^

    ResponderEliminar
  2. Caperucita,
    A mí también me ha costado hablar de secretos. Aunque ya sé que muchos de los que cuento son simples tonterías. Es lo que me salió. Soy tímida ¿se nota?.
    Gracias por lo de las fotos. La de este post es una foto que hice justo antes de publicarlo. La de “no fue un sueño” tiene una larga historia detrás, pero… contarla sería contar algo que no me pertenece solo a mí.

    ResponderEliminar
  3. El 2 es la que más me ha llegado. ¿No te tengo dicho que el deporte es malo?

    Y ahora en serio, sobre el 4, yo también leía todo lo que encontraba. De niña y adolescente leí libros que sería incapaz de coger ahora.

    Las fotos me gustan, ya te lo dije. No sabía que la de "no fue un sueño" era tuya. Me gusta mucho.

    ¿Periquitas? ¿Otra vez?

    El 8, la vulnerabilidad. No soy quién para decirte nada sobre eso. Cuando aprenda ya te lo contaré.

    ResponderEliminar
  4. If,

    Pues sí… el deporte puede llegar a ser malo. Pero yo me pregunto ¿Qué cosa realmente interesante no es un poquito mala? Mientras solo sea un poquito…

    En cuanto al secreto cuatro: Leer… no está mal leer. Siempre y cuando no nos olvidemos también de vivir. Aunque claro, en los libros también hay vida. “La Regenta”: Probablemente no leería ahora ese libro dos veces pero lo cierto es que me motivaban más las tribulaciones erótico-sentimentales de Ana Ozores (yo diría que ese era el nombre de la Regenta) que las aventuras de los Cinco.

    Sí, la foto de “no fue un sueño” la hice yo. Aunque considero que es tan mía como de otra persona. Además la foto original es en color. Fue la otra persona la que decidió que esa historia (tras cada foto hay una historia) se explicaba mejor en tonos grises… y me gusta el resultado. Me alegro de que te guste a ti.

    Periquitas, jajaja, sí. Tengo dos periquitas (pájaro) y dos amigas periquitas (persona).

    Vulnerabilidad… ando, yo también, aprendiendo.

    ResponderEliminar
  5. A mi madre le pasa algo parecido k a ti ocn el agua, nunca se mete con la cabeza en el agua, dice que le entra miedo. Y es normal, estuvo dos veces a punto de ahogarse cuando era cría.

    ResponderEliminar
  6. Deje todos mi secretos al aire, soy libre.
    Xico Rocha

    ResponderEliminar
  7. Vit@,
    Esas cosas que nos pasan de pequeñ@s influyen más de lo que parece. En mi caso es algo que no suelo decir. Es, era, realmente un secreto, aunque parezca una tontería.

    Xico rocha,
    Secretos… ¿Es posible, realmente dejarlos todos al aire? Expresar lo que sea nos hace libres sí, pero no sé si somos capaces de expresar todo, no sé si el mundo está preparado para recibir todo. Bienvenido a este lugar.

    ResponderEliminar

¿Qué piensas?