Con cemento y mis manos pongo ladrillos. Y dejo de escribir. Me apresuro a mezclar el yeso con los dedos mientras cae la noche.
Aúllan lobos cuando apago los ojos encendidos durante horas. Me despierto y huelo, corro… pero permanezco quieta. No escribo.
Sólo sé escribir sobre lo que siento. Los ladrillos no son sentimientos.
Roban los lobos mis sueños y yo no me despierto. A veces, aún sin desearlo, duermo. No sé escribir con los ojos dormidos. No escribo.
Ahora decido escribir. Aún no terminé de poner ladrillos. Volveré a manchar mis manos de gris de cemento y blanco de yeso. Escribo.
El calor me sorprende con polvo de mortero amarillo en mi respiración y descubro que me olvidé del hielo. El entorno es polvoriento y cálido. Busco un poco de orden frío.
Limpio el polvo de mis letras negras. Las pinto de azul. Escribo, hoy, otra vez.
Con mis manos y teclas pongo letras. Y escribo. Me apresuro a mezclar las comas y los puntos con los dedos mientras cae la tarde.
Aúllan lobos cuando apago los ojos encendidos durante horas. Me despierto y huelo, corro… pero permanezco quieta. No escribo.
Sólo sé escribir sobre lo que siento. Los ladrillos no son sentimientos.
Roban los lobos mis sueños y yo no me despierto. A veces, aún sin desearlo, duermo. No sé escribir con los ojos dormidos. No escribo.
Ahora decido escribir. Aún no terminé de poner ladrillos. Volveré a manchar mis manos de gris de cemento y blanco de yeso. Escribo.
El calor me sorprende con polvo de mortero amarillo en mi respiración y descubro que me olvidé del hielo. El entorno es polvoriento y cálido. Busco un poco de orden frío.
Limpio el polvo de mis letras negras. Las pinto de azul. Escribo, hoy, otra vez.
Con mis manos y teclas pongo letras. Y escribo. Me apresuro a mezclar las comas y los puntos con los dedos mientras cae la tarde.
Simplemente preciosa
ResponderEliminarAparte de la suciedad no veo la diferencia, -aunque yo siempre me pongo las mangas perdidas de tinta-. Una letra al lado de otra, un ladrillo y otro mas. Comas, acentos, puntos suspensivos; agua, cemento…
ResponderEliminarLo importante es la idea y lo que se construye con ella.
Casas, castillos, muros separadores, cárceles o tal vez hogares.
Trabajar con las manos es muy gratificante, con los dedos también, pero con las manos tiene algo especial.
Pues aún con las manos manchadas de yeso sobre el teclado. Tus letras siguen teniendo ese frío especial que en noches de luna clara se convierte en un cálido abrigo.
ResponderEliminarMe alegra volver a leerte.
Un abrazo
MINI BAR HOTEL
ResponderEliminarA partir de esta noche (00.00) y todo el día de mañana viernes, hay una fiesta en mi blog. Esta usted invitada. Puede traer a sus amigos. Deje los ladrillos y el cemento un rato y pase a tomar un café, una cerveza o lo que le apetezca.
Pasó a ver los Chillida, duermen por ahí hasta el día 10 que los llevamos a descansar a Rubí.
ResponderEliminarConstruir y escribir son cosas parecidas, con ambas se crea algo donde antes no habia nada, en tu caso MAGIA.
ResponderEliminarEspero mas de esa magia, cargada de sentimientos pronto :D
Has combinado dos cosas muy agradables. Demasiado buenas.
ResponderEliminarUn abrazo.